PARAFRASIS
Tengo una soledad
tan concurrida
tan llena de pernoctas
y de medias alas de vos;
de adioses de aeropuerto
y besos escondidos
de galley y de cabina
y del último avión.
Tengo una soledad
tan concurrida,
que puedo organizarla
como una procesión,
por colores
de labios,
tamaños
de maletas,
olor de pantimedias
y promesas,
por época,
por tacto
y por sabor.
Estoy lleno de plataformas
de noches y deseos,
miradas en andenes,
caricias inesperadas
en salas de espera
y ascensores de hoteles,
de risas y una que otra
maldición.
Las paredes se van,
queda la noche,
las nostalgias se van
no queda nada.
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